¿Qué podemos hacer para que las FinTech no se vayan a Lituania?

¿Qué podemos hacer para que las FinTech no se vayan a Lituania?

El ecosistema FinTech e InsurTech en España ha demostrado su enorme potencial a lo largo de estos últimos años, con un crecimiento exponencial que ha situado a nuestro país como referente en la creación de empresas que transforman el sector financiero. Todos los actores involucrados han trabajado de manera incesante para impulsar este avance, poniendo…

27 de febrero de 2025 porComunicación AEFI

El ecosistema FinTech e InsurTech en España ha demostrado su enorme potencial a lo largo de estos últimos años, con un crecimiento exponencial que ha situado a nuestro país como referente en la creación de empresas que transforman el sector financiero. Todos los actores involucrados han trabajado de manera incesante para impulsar este avance, poniendo en marcha iniciativas que promueven un entorno favorable para el desarrollo de startups, en un mercado cada vez más globalizado.

Sin embargo, nos encontramos con un obstáculo recurrente que amenaza con frenar el progreso que tanto esfuerzo ha costado: el éxodo de empresas FinTech españolas a otros países que cuentan con un entorno aún mucho más propicio para el desarrollo de este tipo de compañías desde el punto de vista de la regulación, la supervisión y los procesos de autorización. Lituania es un buen ejemplo de esta realidad, puesto que ofrece una combinación de regulación que facilita el desarrollo de cualquier iniciativa empresarial innovadora, una supervisión ágil y unos plazos de autorización más cortos que en España.

En primer lugar, en el caso específico de Lituania, cabe aclara que tiene algunos factores muy diferentes a España, que también debemos tener en cuenta. Se trata de un país pequeño, que cuenta con solo dos entidades de crédito nacionales y con un peso menos influyente en el supervisor. Ante esta tesitura, el banco central de este país y otros de su entorno han visto una oportunidad para atraer inversiones, talento e innovación y colocarse a la vanguardia de Europa en materia de regulación financiera que afecta al sector FinTech. Pero, en una economía completamente globalizada, no cabe otra que jugar con las mismas armas, si queremos competir de forma efectiva.

La experiencia de compañías que operan en países como Lituania demuestra que la comunicación, los tiempos de respuesta, la proactividad y el trato general suponen un modelo a seguir, frente a tiempos más dilatados en nuestro país. Además, a la hora de transponer diferentes regulaciones comunitarias, en Lituania las autoridades potencian el diálogo directo con las compañías afectadas sobre todas las implicaciones de los cambios regulatorios y cómo ayudarles en el periodo de transición.

Sin duda, se trata de un procedimiento idóneo para evitar que se pierdan oportunidades de negocio y de ingresos que ayudan a las propias compañías a ser más competitivas. Como señalaba anteriormente, las circunstancias de España son muy distintas, siendo un país con más población y una estructura bancaria más grande, pero los trámites, gestiones y burocracia son lentos para los tiempos que se manejan en la carrera europea de la innovación financiera. Esto provoca que nuestras FinTechs pierdan oportunidades, no solo en nuestro país, sino en el conjunto de la UE.

Lo que está ocurriendo no es una cuestión de falta de talento o de ambición en nuestro país. Todo lo contrario. España cuenta con un capital humano de primer nivel en el ámbito tecnológico y financiero, con emprendedores que están impulsando soluciones que podrían situar a nuestro país a la vanguardia de la innovación financiera. A lo que se suma unas características sociales y culturales que hacen de nuestro país un destino más que apetecible para profesionales de otros países. Pero los emprendedores encuentran en España un entorno más lento y con ciertas incertidumbres regulatorias que obstaculiza su crecimiento.

De ahí que desde la industria debemos instar al Gobierno y a las instituciones responsables que tomen medidas urgentes y ambiciosas. Que la regulación se haga en función de las necesidades de todos los actores empresariales y económicos y en favor del crecimiento del país, y no ligado a pactos ligados a cada momento económico.

Por eso, insistimos una y otra vez en la necesidad de contar con una regulación FinTech más ágil, más flexible y adecuada a las características específicas del sector. Que el FinTech forme parte activa de una estrategia país para los futuros Gobiernos. No se trata solo de una cuestión de soberanía tecnológica, sino de competitividad y futuro económico. ¿Cómo es posible que estemos exportando nuestro talento e innovación a países que, hasta hace poco, ni siquiera figuraban en el radar del emprendimiento FinTech?

También es verdad que en los últimos años se han dado algunos pasos en la buena dirección. La Ley de Transformación Digital Financiera y la creación del sandbox regulatorio han logrado avances importantes. Pero siempre da la impresión de que dejamos algo atrás. Aunque debemos celebrar la puesta en marcha de este tipo de iniciativas, en la práctica, los plazos de implementación y las barreras administrativas siguen siendo un lastre para la agilidad que requieren las FinTech.

Los ejemplos de Lituania o Estonia nos enseñan que es posible crear un marco regulatorio que no solo garantice la seguridad y estabilidad del sistema, sino que también sea lo suficientemente ágil como para permitir la innovación y el crecimiento de estas empresas. El futuro de la economía española pasa por la innovación. Se trata de una transformación estructural que, si sabemos aprovecharla, puede convertirse en un motor de desarrollo económico. Cada empresa que se va a Lituania es una oportunidad perdida para España.

Seguiremos trabajando incansablemente para que las FinTech españolas tengan el apoyo necesario para crecer y prosperar sin tener que buscar en otros países lo que no encuentran aquí. Solo hace falta voluntad y un compromiso real.

Arturo González Mac Dowell. Presidente de la AEFI (Asociación Española de FinTech e InsurTech)

Puedes leer la tribuna de opinión en la web de El Referente: ¿Qué podemos hacer para que las FinTech no se vayan a Lituania?