La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) apuesta por fomentar la cultura financiera de todos los ciudadanos y potenciar la visibilidad del sector Fintech como una solución en el ahorro para los millennials y no millennials. Las Fintech se alzan como un actor dispuesto a impulsar la mejora de la educación y los hábitos financieros de los españoles gracias a la mayor accesibilidad y mejor conexión para acceder de manera rápida a nuevos productos y servicios.
La educación financiera es fundamental para crear una sociedad libre y próspera y sirve a su vez para consolidar la economía de un país. En España, según el último informe PISA sobre competencias financieras de la OCDE, los jóvenes españoles mejoran en estas competencias, pero continúan por debajo de la media de los países analizados. Sin embargo, nuestro país sí se sitúa a la cabeza en materia de innovación en el sector financiero, gracias al desarrollo y crecimiento de las Fintech.
En ese sentido, actualmente nos encontramos en un momento muy importante para el usuario financiero, quien tiene el poder absoluto de sus finanzas, datos y gestiones con la máxima confiabilidad. Una seguridad que las Fintech ya aportan desde su ADN. En este contexto, estas empresas se alzan como un nuevo actor dispuesto a impulsar la mejora de la educación y los hábitos financieros de los españoles bajo una premisa: más accesibilidad y mejor conexión para acceder de manera rápida a nuevos productos y servicios.
La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) y sus asociados recalcan su apuesta por trabajar para fomentar la educación financiera de los españoles y potenciar la visibilidad del sector Fintech como una solución en el ahorro para los millennials y no tan millennials y reforzar así la estabilidad financiera en un entorno global y complejo como el actual. Recientemente, la AEFI puso en marcha la iniciativa “Fintech para todos”, diseñada para potenciar el conocimiento del ecosistema Fintech e Insurtech y sus diferentes verticales de negocio, entre el público general y no especializado en este sector.
Con motivo de la celebración de la semana de la educación financiera, desde la asociación comparten cuatro razones por las que el sector Fintech es una apuesta segura para fomentar la educación financiera en España.
Las Fintech se han convertido en un gran aliado de la educación financiera gracias a su capacidad para ofrecer servicios con una fórmula ágil, cómoda y accesible de sus servicios, promoviendo así la inclusión financiera, la protección al consumidor y la estabilidad del sistema financiero. Una accesibilidad que promueve de una forma sencilla el ahorro y la toma de conciencia de nuestra capacidad de ahorro. Esta nueva modalidad de ahorro emerge también como alternativa o complemento a los sistemas de previsión social, los sistemas privados de previsión social complementaria y los sistemas de ahorros a largo plazo, individuales y privados. Existen algunas plataformas que ayudan a ahorrar a sus usuarios gracias al redondeo automático que realizan o a otras técnicas para fomentar el denominado ahorro “inconsciente”.
Operar en un entorno unificado, sencillo de manejar y transparente es uno de los objetivos que se persiguen en la nueva economía digital dominada por personas que ya están familiarizadas a conciencia con la tecnología, pero también fácil y accesible para los menos familiarizados con ella. Las nuevas innovaciones tecnológicas proporcionadas por las Fintech ayudan a que los consumidores tomen decisiones financieras apropiadas y potencian su habilidad a la hora de manejar estas nuevas tecnologías y formas de contratación de servicios. Soluciones como los gestores automatizados, los agregadores financieros, plataformas de financiación participativa, etc. proporcionan a los usuarios más jóvenes un renovado interés por probar nuevos productos financieros, diferentes formas de financiación, así como decantarse por sistemas de pago innovadores. En ese sentido, las WealthTech están transformando la industria de la inversión y de la gestión del patrimonio, creando soluciones digitales para la gestión del patrimonio para todo tipo de clientes.
Las Fintech han nacido para dar solución a las necesidades de los clientes y servir de complemento al sector bancario tradicional. Aportan información y facilitan la gestión de su tiempo y dinero, empoderando así al usuario, tanto al más familiarizado con la cultura financiera como al menos. La usabilidad de estas compañías, a través de un teléfono móvil u ordenador, permite acercar a personas que físicamente no pueden acceder a una entidad tradicional. Por ejemplo, la población de las zonas rurales encuentra en las Fintech las herramientas perfectas para realizar sus gestiones financieras sin desplazarse, algo que toma especial relevancia en un escenario donde el teletrabajo empieza a generalizarse y se puede dar un trasvase de nuevos profesionales que se irán a vivir al campo. Su modelo de negocio permite ofrecer soluciones integrando capacidades financieras en la experiencia para facilitar una toma de decisiones informadas y amplían el universo de clientes a ahorradores con un capital reducido y el incremento de la oferta ayudando a captar el interés por parte de los usuarios a la hora de elegir qué alternativa es la más adecuada para canalizar sus ahorros e inversiones.
Ahora existe una gran oportunidad para brindar a los consumidores no solo acceso, sino también orientación sobre cómo usar los productos financieros. En esta línea, es habitual que las empresas Fintech apuesten por incluir elementos pedagógicos en la prestación de sus servicios (como el acceso a sistemas de previsión y ahorro, basados en el consumo, para convertirse en un soporte para ahorro de cara a la jubilación), así como sistemas de opiniones de otros clientes. Están ayudando a millones de empresarios y personas físicas a poder cobrar con tarjetas de crédito, ofreciendo créditos a aquellos para quienes antes era imposible obtenerlos. Si bien la primera fase en la innovación Fintech se está definiendo por la inclusión financiera de los usuarios, la segunda fase está definida por su salud financiera y trabajan por situarse como baluartes de la protección de los derechos del consumidor final así como continuar contribuyendo a la mejora permanente de la industria financiera y sobre todo servir a las personas para hacer más fácil su día a día.