Firmado por Lendmarket. La tremenda crisis que ha desatado la extensión del Coronavirus por el mundo está haciendo tambalearse a los mercados de valores. Unos mercados que ya acusaban altísimas valoraciones y que han sobreactuado a la baja en una sangría de pérdidas que parece no tener fin. Una situación que ya hemos vivido en…
Firmado por Lendmarket.
La tremenda crisis que ha desatado la extensión del Coronavirus por el mundo está haciendo tambalearse a los mercados de valores. Unos mercados que ya acusaban altísimas valoraciones y que han sobreactuado a la baja en una sangría de pérdidas que parece no tener fin.
Una situación que ya hemos vivido en el pasado y que sin duda se repetirá en el futuro y contra la que parecería que poco podemos hacer, pues la incertidumbre y los sucesos imprevistos son inherentes al devenir económico del mundo. Digo bien parecería, pues en nuestras manos está la posibilidad de mitigar el impacto que sobre nuestras inversiones pueden provocar estas situaciones.
Para ello es de vital importancia el construir carteras de inversión con componentes (activos) de buena calidad capaces de afrontar situaciones de mercado diversas. Pero lo que es definitivo y que marca la diferencia entre una cartera tipo y otra capaz de mantener su valor a largo plazo con independencia de momentos de pánico o euforia, es el alto grado de descorrelación entre los activos que la conforman.
La correlación o descorrelación de una inversión en términos académicos, indica el comportamiento de ésta respecto un índice o mercado en el actúa. Por ejemplo, un fondo de inversión que replicase el S&P 500, tendría una correlación perfecta con dicho índice por lo que replicaría sus movimientos al alza o a la baja en perfecta sincronía. A su vez ese fondo mostraría un comportamiento muy similar frente al de los demás índices de renta variable.
Esa es la correlación académica que fácilmente suele crear una falsa percepción de diversificación pues la que importa de verdad es la descorrelación real que ofrecen aquellas inversiones capaces de obtener ganancias en entornos alcistas y bajistas y por lo tanto, con independencia de lo que hagan los mercados de valores.
Descorrelación real propiciada por la aparición de nuevos actores financieros del universo Fintech que han hecho emerger interesantes posibilidades que actúan como potentes descorrelacionadores de las carteras y a su vez sirven para paliar las pérdidas que generen el resto de apuestas inversoras.
Dentro de este tipo de inversiones de alto poder descorrelacionador destaca la inversión en renta fija directa en pymes (crowdlending o préstamos P2P lending en inglés).
Una inversión que sin duda (hay varios estudios independientes al respecto) reduce la volatilidad y el riesgo y ofrece un rendimiento más conservador pero seguro y que a largo plazo puede ser muy alto teniendo en cuenta que casi no tiene drawdown por lo que a pesar de grandes caídas de mercado su rendimiento en plazos largos es superior al de muchos índices y por supuesto al de la mayoría de fondos de inversión una vez descontadas sus comisiones.
Estas inversiones además, ofrecen una descorrelación casi total con el resto de mercado ofreciendo baja volatilidad, una rentabilidad media (alta en el largo plazo), bajo riesgo, rendimientos fijos y flujos de dinero constantes pues las empresas siguen produciendo, vendiendo y sobretodo atendiendo sus obligaciones de pago -y por lo tanto sus préstamos- independientemente de la euforia o el pánico que esté viviendo el mercado.
Es por ello que ya hoy, deberían constituir una alternativa para una pequeña parte de la cartera de muchos inversores. Más aún desde su reciente regulación y control por parte de los supervisores y autoridades económicas españolas. Tanto Banco de España como CNMV.
En este punto no todas las plataformas valen. Inclínense por las más rigurosas en sus procesos internos de análisis y selección de riesgos, por las más transparentes en su información (explicando pros y contras) y las que cuenten con equipos multidisciplinares con perfiles de distinta procedencia (ex banqueros, analistas financieros, emprendedores, informáticos, etc.. ).
Ante correciones severas de mercado toda ayuda es poca y la inversión en Deuda Corporativa ha demostrado serlo mucho con su probada efectividad ofreciendo descorrelación real en las carteras de los inversores permitiendo que las inversiones sigan su camino independiente hacia la rentabilidad frente catástrofes, virus y situaciones críticas de los mercados.
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