La industria financiera se encuentra actualmente en un proceso intenso de cambio estructural. La tecnología digital ha llegado a las finanzas una vez más para transformarla. En 2016, «La disrupción llegó al sector financiero», es el balance que hace la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI), al valorar el año que ha finalizado. «Asistimos a la entrada de players tecnológicos externos a la industria, en forma de startups, que hacen uso de tecnología digital de una manera mucho más eficiente que las instituciones financieras y crean innovadores modelos de negocio», resaltan.
España se posiciona como el quinto país del mundo en servicios FinTech, según CapGemini. Las tendencias en 2017, son de crecimiento y consolidación del sector. Jesús Pérez, presidente de la AEFI, destaca que
«2016 ha sido muy positivo: tenemos 215 empresas según el último mapa actualizado a diciembre de 2016, y nuestro gran logro ha sido el éxito del crowdfunding que lanzamos para que el Libro Blanco regulatorio vea la luz en el primer trimestre de 2017″.
Desde la AEFI también consideramos positivo que la CNMV ha mostrado predisposición para regular el sector. Ya tiene incluso una sesión FinTech en su web y «esperamos que con una pronta regulación veamos a España convertirse en un gran hub financiero». La AEFI, desde su fundación hace aproximadamente un año, ha pedido al Gobierno y a reguladores se agilice el acceso a la actividad y se creen modelos eficientes como se ha hecho en Reino Unido, Singapur o Australia con mucho éxito.
¿Qué ha cambiado?
Desde el IEB, partner académico de la AEFI, destacan que «La principal amenaza que ha creado la digitalización de los servicios financieros para la industria tradicional es la entrada de players tecnológicos externos a la industria que, usando los medios y tecnologías digitales, son capaces de proveer servicios financieros digitales de una manera mucho más dinámica, holística y eficiente a los clientes finales, resultando en la ganancia de cuota de mercado a los actores tradicionales, que la perderían».
Estos nuevos players tecnológicos son principalmente startups, que lideradas por emprendedores, usan tecnologías, como computación en la nube, software de código abierto, tecnologías móviles, big data y análisis avanzado de datos, y otras plataformas tecnológicas digitales (e.g. social networks), de una manera mucho más eficiente que las instituciones financieras.
En 2016, hemos asistido al despegue de los crowdfunding, uno de los players que más se está desarrollando así como las pasarelas de pago y el lending a pymes». Desde luego, para 2017 – anuncia Pérez – es probable «ver duplicar el número de FinTech en España. Hay muchísimo talento tecnológico, formación elevada, España a nivel de costes es muy competitiva y desde luego hay oportunidades para que España destaque como hub FinTech en el mundo».
En este sentido, desde la AEFI se destaca el proyecto Innsomnia by Bankia «ha puesto España en el mapa europeo de las FinTech e Inversis es otro de los bancos que está siendo un gran soporte para muchas FinTech». En 2017, los grandes bancos españoles podrían convertirse en grandes jugadores e impulsar el sector. Estamos en un cambio de paradigma en el sector, el cliente está en el centro de la estrategia FinTech y verá con buenos ojos que la banca apoye a los nuevos jugadores financieros que ofrecen rapidez, servicios de valor añadido que faciliten el ahorro y la inversión, innovación y operen con transparencia. En este sentido, desde la AEFI se resalta que la banca debe afrontar tres grandes desafíos en 2017:
- Agility: “Crear una cultura ágil con nuevas capacidades digitales”
- Business: “Aprender a vender más en canales digitales”
- Ser más Customer: “Pensar más como el cliente para convertirle en fans”
Desde luego, en el proceso de consolidación del sector muchos proyectos nacerán y morirán; pero es parte natural de la consolidación del mercado. En EE UU para que se produzca un unicornio (empresa con valor de más de 1 millón de dólares) muchas startup mueren. El gran desafío para 2017 será ver si la regulación ayuda a consolidar, la falta de ella desde luego estrangula un sector que puede aportar crecimiento económico. El sector cuenta con más de 3.000 empleados en un total de 200 FinTech y 50 InsurTech, con más de 250 millones de euros acumulados de inversión.