La educación financiera es fundamental para crear una sociedad libre y próspera y consolidar la economía de un país. En España, aunque ha mejorado en los últimos años, sigue siendo una asignatura pendiente, en comparación con otros países de nuestro entorno, sin embargo, nuestro país sí se sitúa a la cabeza en materia de innovación…
La educación financiera es fundamental para crear una sociedad libre y próspera y consolidar la economía de un país. En España, aunque ha mejorado en los últimos años, sigue siendo una asignatura pendiente, en comparación con otros países de nuestro entorno, sin embargo, nuestro país sí se sitúa a la cabeza en materia de innovación en el sector financiero, gracias al desarrollo y crecimiento de las denominadas Fintech. Estas empresas financieras tecnológicas nacen con el objetivo de proporcionar a los usuarios las herramientas adecuadas para una gestión óptima de sus ahorros, así como sacar el máximo rendimiento de las inversiones, estableciendo objetivos distintos en función de sus necesidades. En este contexto, estas empresas se alzan como un nuevo actor dispuesto a impulsar la mejora de la educación y los hábitos financieros de los españoles bajo una premisa: más accesibilidad y mejor conexión para acceder de manera rápida a nuevos productos y servicios.
La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) y sus asociados recalcan su apuesta por trabajar para fomentar la educación financiera de los españoles, como una herramienta que permite garantizar la protección, tanto de inversores como de consumidores financieros, y reforzar así la estabilidad financiera en un entorno global y complejo como el actual. ¿Cómo están ayudando las entidades Fintech a fomentar y mejorar la educación financiera en España?
La tecnología se sitúa como un factor determinante en muchos ámbitos de la sociedad, con especial incidencia en el sector financiero. Su aplicación ha traído mejoras que han dado lugar a nuevos productos y servicios innovadores desarrollados por las empresas Fintech e Insurtech que han acercado la gestión de las finanzas personales a todo tipo de ahorradores y consumidores, a golpe de clic y con aplicaciones sencillas de manejar por parte de cualquier tipo de usuarios.
Los usuarios financieros han pasado de un contexto donde predominaba la desconfianza hacia la banca tradicional a contar con un renovado interés por probar nuevos productos financieros, diferentes formas de financiación, así como decantarse por sistemas de pago innovadores que tan solo requieren de un dispositivo móvil u ordenador para funcionar…Estas nuevas soluciones que proporciona el ecosistema Fintech incluyen los gestores automatizados, los agregadores financieros, plataformas de financiación participativa…Estas nuevas innovaciones tecnológicas ayudan a que los consumidores tomen decisiones financieras apropiadas y potencian su habilidad a la hora de manejar estas nuevas tecnologías y formas de contratación de servicios.
El desarrollo de la educación financiera de la sociedad resulta indispensable para que las empresas del ecosistema Fintech puedan hacer entender a sus potenciales clientes cómo funcionan. En esta línea, es habitual que las empresas Fintech apuesten por incluir elementos pedagógicos en la prestación de sus servicios (como el acceso a sistemas de previsión y ahorro, basados en el consumo, para convertirse en un soporte para ahorro de cara a la jubilación), así como sistemas de opiniones de otros clientes para generar confianza y seguridad en clientes potenciales que, en muchas ocasiones, no se atreven a utilizarlas simplemente por puro desconocimiento.
Las empresas Fintech trabajan por ganarse la confianza de los usuarios y reportar así un beneficio a la sociedad, ofreciendo servicios que tienen como impacto directo sobre el consumo responsable, la inclusión financiera, la protección al consumidor y la estabilidad del sistema financiero. Esta nueva modalidad de ahorro emerge también como alternativa o complemento a los sistemas de previsión social, los sistemas privados de previsión social complementaria y los sistemas de ahorros a largo plazo, individuales y privados. Existen algunas plataformas que ayudan a ahorrar a sus usuarios gracias al redondeo automático que realizan o a otras técnicas para fomentar el denominado ahorro “inconsciente”.
Las Fintechs han acercados productos y servicios financieros al conjunto de la población. La usabilidad de estas compañías, a través de un teléfono móvil u ordenador, permite acercar a personas que físicamente no pueden acceder a una entidad tradicional. Por ejemplo, la población de las zonas rurales encuentra en las Fintech las herramientas perfectas para realizar sus gestiones financieras sin desplazarse, algo que toma especial relevancia en un escenario donde el teletrabajo empieza a generalizarse y se puede dar un trasvase de nuevos profesionales que se irán a vivir al campo. Además, por su modelo de negocio, las Fintech amplían el universo de clientes a ahorradores con un capital reducido y el incremento de la oferta que provoca la irrupción de nuevos players ayuda a captar el interés por parte de los usuarios a la hora de elegir qué alternativa es la más adecuada para canalizar sus ahorros e inversiones.