El sector emplea a más de 1.200 personas de forma directa en España y cuenta con más de 127 empresas registradas, de las que un 80% es de origen local.
La colaboración de la banca con la industria de las criptomonedas puede dar lugar a mejoras en la competitividad del sector. Las empresas españolas que ofrecen servicios de negociación de criptomonedas están plenamente autorizadas a desarrollar su actividad económica según la normativa vigente.
En los últimos días se ha generado un intenso debate en la opinión pública sobre las criptomonedas y las empresas que prestan servicios en este sector.
AEFI ha elaborado un documento para precisar algunos puntos para entender el funcionamiento, desarrollo y marco regulatorio en el que operan las criptomonedas, un sector que emplea a más de 1.200 personas de forma directa en nuestro país y que cuenta con más de 127 empresas registradas, de las cuales 101 (80%) son de origen local y 84 de ellas tienen su sede principal en España. El sector español de las criptomonedas alcanzó una facturación estimada de más de 328 millones de euros en 2020 y cuenta con la confianza de fondos de inversión, nacionales e internacionales, que han invertido más de 900 millones de euros, solo en las empresas que están registradas en España. En este escenario, la colaboración de la banca con la industria de las criptomonedas puede dar lugar a mejoras en la competitividad del sector.
A pesar de que aún no exista un marco específico que regule los criptoactivos en Europa de forma expresa, las empresas españolas que ofrecen servicios de negociación de criptomonedas están plenamente autorizadas a desarrollar su actividad económica según la normativa vigente. Estas empresas también gestionan depósitos en euros de sus clientes y, por lo tanto, están sujetas al cumplimiento de la Ley 10/2010 sobre la prevención de blanqueo de capitales y de KYC.
Las empresas que prestan servicios de custodia de monederos electrónicos, servicio de salvaguardia o custodia de claves criptográficas privadas en nombre de sus clientes para la tenencia, el almacenamiento, y la transferencia de monedas virtuales, también estarían reguladas de forma expresa en el anteproyecto para la reforma de la ley 10/2010, publicado el 12 de Junio de 2020 por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Adicionalmente, las empresas de negociación de criptomonedas velan por la transparencia y la implantación de procesos para evitar la manipulación del mercado.
Las criptomonedas no son consideradas dinero y tampoco están recogidas bajo la norma ISO 6166, pero esto no significa que no exista protección alguna para el inversor: El código civil en España dota de protección a muchos aspectos de la negociación de criptomonedas, y esta protección es equivalente a la de otros activos no financieros. Algunos artículos, como el 1256, protegen al consumidor de muchas estafas, mientras que el 1262 regula algunos aspectos del intercambio. Otro ejemplo es el artículo 1265, que regula las comisiones en una transacción y protege al inversor en criptomonedas de pagar comisiones desorbitadas.
Desde el punto de vista legal, las criptomonedas no tienen consideración de medio de pago, aunque la normativa no prohíbe que puedan utilizarse con este fin. Los servicios de pagos alternativos con criptomonedas son valorados positivamente por los principales emisores internacionales de tarjetas y colaboran con las empresas españolas que prestan servicios de pago con tarjetas de débito.
La colaboración de la banca con la industria de las criptomonedas puede dar lugar a mejoras en la competitividad del sector, similares a los beneficios obtenidos de la colaboración con las empresas de Fintech.
Las criptomonedas pueden ser consideradas como instrumentos complejos para el inversor particular, por la existencia de productos derivados apalancados, no obstante, es importante aclarar que estos productos derivados apalancados están regulados por la Ley del Mercado de Valores. La existencia de estos productos derivados apalancados juega un papel fundamental en los mercados de capitales, haciendo posible la creación de productos de menor riesgo, como algunas de las Global Stablecoins que, aunque todavía experimentales, han demostrado reducir eficazmente la volatilidad en su precio durante los últimos dos años, periodo en el que han sostenido precios de alrededor de 1 dólar.
Según señala el World Economic Forum, en su informe de diciembre de 2020, las criptomonedas y las Global Stablecoins tienen un número importante de casos de uso positivos para los consumidores y para la sociedad.
Las criptomonedas más populares gozan de una liquidez superior a la de la mayoría de productos financieros que pueden negociarse en mercados como el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Los mercados de criptomonedas gozan de gran liquidez. El volumen de negociación de criptoactivos en Enero de 2021 en cualquier de los tres principales mercados de negociación de criptomonedas fue superior al volumen de negociación de la bolsa española para el mismo periodo. Además de Coinbase, existen cientos de mercados en todo el mundo autorizados a prestar servicios de negociación de criptoactivos.
Las empresas localizadas en el extranjero implicadas en la emisión, custodia y comercialización de criptoactivos están obligadas a cumplir la normativa vigente en España para dirigir sus servicios de forma expresa a clientes con residencia en nuestro país. No existe, por tanto, menos protección para el inversor cuando éste contrata sus servicios. Esto afecta al cumplimiento de cualquier normativa que afecte a la negociación de activos no financieros, pero también a la protección de datos y los derechos del consumidor.
Aunque aún es calificada por muchos como experimental, la tecnología de registros distribuidos cuenta con más de una década de existencia, en el caso del Bitcoin, periodo en el que no existen evidencias de que su seguridad haya sido comprometida. Es importante señalar que las criptomonedas conllevan riesgos de robo o pérdida asociados a su custodia, si esta se realiza de forma particular, pero estos riesgos pueden reducirse mediante la contratación de servicios especializados. Existen numerosas empresas registradas en España que prestan servicios de custodia en frío y gestión de criptomonedas de forma segura.